Los Sí y los No

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Podés ser de gran ayuda para tu hijo si observás estos Sí o No sobre evaluaciones:

• No ser demasiado ansiosos sobre los resultados de los exámenes de los hijos. Si ponés demasiado énfasis en esto, podés molestar a tu hijo.

• Dar coraje a los niños. Felicitarlos por las cosas que hacen bien, los hace sentir bien con ellos mismos y además los estimula a que hagan lo mejor que puedan. Los chicos que tienen miedo a errarle son más propensos a ser ansiosos y a cometer errores.

• No juzgues a un chico sobre la base de una calificación. Estos puntajes no son mediciones perfectas de lo que un chico puede hacer. Hay otras cuestiones que están en juego en un examen, por ejemplo, un chico puede sentirse afectado por el modo en el que se siente, su lugar en el aula, la actitud de la maestra o profesor. Recordar, además, que un examen es simplemente un examen.

• Con frecuencia, es bueno encontrarse con el maestro de tu hijo, para discutir sobre su progreso. Decirle al profesor o tutor que sugiera actividades para padres e hijos en casa, y que ayuden a prepararlos para las evaluaciones, y para optimizar el conocimiento de los contenidos dados en clase. Padres y maestros deberían trabajar conjuntamente para beneficio de los alumnos.

• Asegurarse de que tu hijo concurre a la escuela regularmente.

• Proveer a tu hijo un sitio confortable y adecuado en la casa para que estudie.

• Asegurarse de que tu hijo haya descansado bien durante los días de clases y, especialmente, el día del examen. Los chicos que están cansados prestan poca atención en clase.

• Dar a tu hijo una buena alimentación. Un cuerpo saludable conduce no sólo a una buena salud sino también a una mente activa. La mayoría de los estudiantes no desayunan o almuerzan bien para economizar recursos. Si se detectan estos casos, consultar con el tutor o la persona competente dentro de la institución escolar.

• Proveer a los chicos de libros y revistas para que lean en casa. Leyendo nuevo material, un chico aprenderá, por ejemplo, nuevas palabras. Se puede preguntar en la escuela cuáles son los textos sugeridos para su edad.