Abril 2001 – MARCELA ISAÍAS

2001abril

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Lic. MARCELA ISAÍAS

2001abril

Licenciada en Comunicación social y Responsable del programa “El diario en la escuela” en el diario La Capital de Rosario.

“El interés pasa por acercar todas esas experiencias aisladas que hacen los docentes con el diario”

 

 

El programa de “El diario en la escuela”, en su parte formal, es un proyecto que no le pertenece al diario La Capital de Rosario en exclusiva, sino que se trata de un proyecto que se implementa a nivel nacional desde el año 1987 en distintas provincias, y que depende de la asociación de Diarios del Interior de la República Argentina (ADIRA).


En Rosario, se comienza a trabajar en el año 1992 a través del diario La Capital. Cada provincia participante implementa el programa de acuerdo a sus recursos y según el interés que quiere aportar para el proyecto. En este sentido, en el diario La Capital como en el resto del país, lo que se realiza son trabajos con docentes que se traducen en talleres, cursos de capacitación, trabajos con los alumnos o talleres con ellos, Marcela Isaías recuerda que “el más reciente se hizo el año pasado, y fue un taller de humor; los humoristas trabajaron con los chicos, los distintos tipos de humor en el diario, y el humor como un reflejo de opinión, de la actualidad, también como una forma de contar lo que pasa”.

Otro de los puntos que considera el programa es la entrega de diarios, para poder trabajar se facilita a las escuelas una cantidad de ejemplares semanales -del domingo- para que los alumnos trabajen durante la semana. Además, se realizan visitas al diario para conocer su redacción y la estructura.
Con este objetivo, y desde hace dos años, La Capital tiene un convenio con municipios y comunas que consiste en la compra de un diario por aula, por día, de lunes a viernes, por el período escolar para que la maestra entre al aula con el diario del día. Marcela Isaías considera que “esto tiene una gran ventaja porque se puede hacer un seguimiento de la información, trabajar con esa información fresca y en vez de decir “hoy es día de sol” podemos ver qué paso en el país. Tiene mucho más contenido que decir que hoy está nublado, cuando los chicos ya lo saben desde que se levantaron”. Marcela continúa con la idea de la importancia de poder discriminar la información como uno de los objetivos del programa del diario en la escuela, explicando que “esa información que circula por los medios, pueda ser utilizada en el aula para poder decidir mejor, es decir no es quién tiene más información para que yo esté más informada que otro, porque a lo mejor hay gente que lee todos los días el diario y no sabe después qué hacer con un reclamo, sino que esa información te sirva para que se pueda decidir mejor los pasos desde hacer un reclamo por una falta de servicio hasta el momento de votar, que tengas información suficiente como para decir voto a fulano porque trabajó o no trabajó de esta manera. Nos hace mejores ciudadanos”.

Una las tareas fundamentales de la escuela -con el trabajo con los medios- es enseñar a los alumnos, y esto no es un rasgo menor, es necesario saber que los medios no son objetivos, Isaías enfatiza que ” en los manuales todavía circula esa idea generalizada, estereotipada, de que lo que dicen los medios es una copia de la realidad. Y los medios lo único que hacen es construir la realidad de una manera determinada, de acuerdo a un perfil, y al del lector al que aspiran conseguir, y eso también se debe aprender en la escuela. Porque eso va a hacer mejores lectores, mejores intérpretes de la realidad, y van a poder construir sus propias ideas”. Es decir, lo único que va a ser el medio es una fuente de información, no es la realidad, no es la actualidad. “Eso es importante que los maestros lo puedan discernir en el aula, y eso no se hace diciéndoselo a los alumnos, el trabajo del diario en la escuela no es mágico, no es un trabajo que es la panacea, ni todo los males de la educación, tampoco hay que verlo como que te va a llenar de problemas, es un desafío”.

Marcela Isaías reconoce que el hecho de que a los chicos les guste el trabajo, tiene que ver con lo que el docente dé en el aula, “hay una gran diferencia entre el chico que se levanta todos los días y en su casa encuentra el diario, donde la llegada no va a ser por la escuela únicamente, sino que primero va a ser a través de la casa, porque de chiquito lo ve debajo de la puerta o a la mamá o papá leyendo, se encuentra en un contexto alfabetizador leyendo el diario, un libro, un folleto, un montón de cosas. Y hay chicos que se levantan solos todos los días, no le preparan la leche, no ve un diario, ni un folleto ni nada. A lo mejor al diario lo ve envuelto en un montón de basura, en otro contexto”. El diario necesita un esfuerzo de lectura y concentración, conocer determinados contextos donde se ubican las noticias, aprender a seleccionar, y decidir qué voy a elegir entre tanta información. El trabajo en el aula, es largo, es duro, es sistemático, en el que -comenta Marcela- creo que los docentes tienen que estar convencidos y ser lectores de diario sino el trabajo se convierte en una formalidad, en algo más para decir ” trabajo con el diario en el aula”. Sin embargo, la tarea completa se realiza cuando se puede analizar el diario por dentro, desmenuzarlo, conocerlo, saber cómo funciona, su lenguaje%@

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