Nosotros “El Producto”
Debemos pensar en nosotros mismos como un negocio y vendernos como tal. “Buscar un trabajo” es una actitud plausible pero equivocada en su esencia. La ocupación de dedicarle tiempo a la búsqueda de oportunidades laborales ya es un trabajo. Lo que tenemos que entender es que hay que trabajar de “vendedores” de nuestro trabajo y que por él recibiremos un precio que será nuestro salario. Al entender que ninguna empresa o persona -en su función de empleadora- nos regala ni regalará nada, y que de no ser por nuestras capacidades no nos contratarían, estamos entrando en el camino de aprender a valorarnos.
Nuestra postura y discurso deberían ser: “Este es mi talento, me gusta hacer esto y puedo aportar mucho a la empresa”. Debemos vender esto a una empresa o persona. Lo único que permanece constante somos nosotros y nuestros valores, el empleador varía porque los trabajos cambian. Lo que hay que conseguir es alguien que necesite de nuestro trabajo.
Cada uno de nosotros somos los encargados de nosotros mismos, y así como una vez por año hay que hacerse un chequeo general de salud, con la carrera laboral/profesional hay que hacer lo mismo. Una vez al año hay que reflexionar y ver dónde estamos parados:
-
¿Estoy haciendo todo lo posible para conseguir empleo?
-
En caso de no conseguir empleo ¿Cuánta responsabilidad tengo sobre eso?
-
¿Aprovecho bien el tiempo cuando estoy desocupado?
-
¿qué posibilidades tengo de empezar un emprendimiento propio?
-
(solo o con amigos)
-
¿me gusta lo que hago?;
-
¿estoy contento con lo que hago?;
-
¿me pagan lo que creo que deberían pagarme por lo que hago?;
-
¿hay alguna otra cosa que me gustaría hacer?;
-
¿Tengo posibilidades reales de cambiar de trabajo?
Si aprendemos a conocernos, a saber cuanto valemos realmente,
a identificar que cosas nos gratifican y cuales no,
cada uno de nosotros estará en el camino de ser el director de si mismo.