Octubre 2011 – Claudio Cúneo
Psicólogo, especialista en inclusión educativa de colectivos vulnerables. “Lo más importante es pensar cuanto se beneficia una sociedad cuando tiene políticas inclusivas y cuanto pierde cuando excluye”. Por Fabio Montero |
El martes amaneció lluvioso y sobre el fin de la tarde comenzó a soplar un viento fresco que tomó desprevenido a los que salimos temprano.
El cuarto piso daba a la calle Cochabamba y por el ventanal, se colaba la brisa que llegaba de la plaza López. La tarde era ideal para acompañar con unos mates y por suerte, así lo entendió nuestro entrevistado que ya nos esperaba con la pava en el fuego.
Claudio Cúneo es Psicólogo, egresó de la UNR cuando la democracia comenzaba a asomar, allá por el año 83. Luego de realizar una especialidad en Psicología clínica comenzó su carrera profesional en los hospitales públicos.
Trabajó en el Hospital de Ramallo donde, desde el servicio de psicología, comenzó su vinculación con las escuelas, principalmente, a través de lo que venía vulgarmente diagnosticado como “chicos problemáticos”. “Trabajamos con una escuela especial de Ramallo –dice- tratando de converger la educación y la salud desde un punto de vista comunitario, entendiendo que los conflictos detectados pertenecían a la comunidad y debían resolverse en su interior”.
¿Cuáles eran las problemáticas más importantes que aparecían en ese momento?
Lo más importante era la exclusión, que en su momento, estaba vinculado con la derivación de niños a las escuelas especiales. Se trataba de chicos que por algún tipo de problemática que la escuela común no lograba resolver, venían, casi automáticamente, al servicio para ser derivado a la escuela especial, con todo lo que eso significa de estigma y de marca para el joven.
La escuela especial nace en su momento, para trabajar con niños de determinadas problemáticas específicas que requieren una atención extremadamente técnica y profesional que la escuela común no puede resolver. “Lo que notábamos –dice- era que había como una especie de expulsión de todo lo que era conflictivo, independientemente de si correspondía o no ser tratado en la escuela especial. Muchos de estos casos, se podrían haber resuelto trabajando con la escuela común. El problema era que ponía a la escuela frente a sus propias contradicciones”
“Ante esto –continúa- logramos que muchos chicos no fueran derivados de manera automática a la escuela especial y que la decisión sea muy bien estudiada. En ese momento, generamos una instancia de reflexión entre la identificación del problema en la clase común y la derivación a una escuela especial. Pusimos en discusión lo que eran estas dos instituciones, al tiempo que propusimos políticas de convergencia en salud y educación desde un punto de vista comunitario. Eran políticas focalizadas que con el tiempo fueron superadas por otras mejores y otras no tanto”
¿Fueron receptivas las escuelas de estas políticas?
No, no fueron receptivas al menos de manera automática, el análisis critico de lo que estaba sucediendo no fue fácilmente aceptado. Hubo mucha polémica por que rechazamos esta cuestión del envío automático.
¿Esta experiencia estaba enmarcada en algún programa del Estado?
No, era la voluntad de un grupo de profesionales que trabajábamos en el hospital. Al menos no había una planificación en los términos en que nosotros lo planteábamos.
En los años 90 Cúneo viaja a Italia donde permanece más de veinte años. Es convocado para trabajar en el Fondo Social Europeo en problemáticas educativa, entre ellas, la inclusión de colectivos vulnerables que estaban aislados de la escuela. “Las política en Europa son integradas, donde la educación, no va por cuenta propia sino que se integra con políticas de trabajo, sociales, etc. El canal preferencial de todas estas instancias son la inclusión social de los colectivos vulnerables”
La tendencia del Fondo Social Europeo estaba vinculada con la experimentación y su inclusión en el sistema, una vez evaluados los resultados. Si las políticas eran consideradas efectivas de integración, automáticamente se pasan al sistema y son adoptados como servicio permanente.
Cúneo considera que la problemática de la exclusión en todas sus formas es universal, solo cambian las modalidades de exclusión. “Es un fenómeno por el que se lucha en todo el mundo – sostiene – Hablamos de educación pero podemos hablar de otros ámbitos, como puede ser el tema de la salud mental, donde el dispositivo del manicomio es de exclusión, donde el malestar se encierra en lugares, muchas veces lejanos del contacto con el resto de la sociedad. Los manicomios tienen características de asilo -continúa- donde las personas se depositan y las posibilidades de volver a ser incluidos después de una terapia son casi remotas.
¿Se puede comparar el concepto de exclusión de un manicomio con el de una escuela especial?
Si, el concepto de exclusión sí. La internación manicomial sin ningún tipo de análisis previo a la alternativa automática, tiene las mismas características de lo que hablábamos anteriormente con respecto a la escuela especial. En este sentido, no hay posibilidad de resolver algunas problemáticas en la comunidad y lo que aparece como única respuesta es la exclusión. Es decir, enviar a un lugar especial como puede ser la escuela o un hospital psiquiátrico que son lugares donde se cree que allí se van a poder resolver esas contradicciones. La tendencia de políticas inclusivas es la de resolverlos en el interior de la comunidad. Cuando trabajamos en políticas de inclusión de los colectivos vulnerables, que en Europa son los colectivos de inmigrantes, la cuestión era la misma. Actualmente la ley establece que el alumno inmigrado que habla otro idioma, debe ser incluido en la escuela común a las cuarenta y ochos horas de llegado al país que lo recibe. Esta ley protege a los menores de las prácticas de exclusión. Menos mal que existe porque la opinión generalizada es que los alumnos inmigrantes deben tener una clase especial y deben ser atrasados con respecto a su edad anagráfica
¿Cuando fuiste a Italia encontraste algo muy distinto a lo que dejaste en Argentina?
Si, entre la década del 60 y 70 en Europa hubo grandes cambios, donde el campo de la necesidad fue traducido en término de derechos. Hubo leyes que cambiaron radicalmente la política de necesidad por una de derechos y transformaron las políticas de servicios sociales en derechos trasversales de inclusión. Por ejemplo en el 78 se aprueba una ley que suprime la institución manicomial y plantea el tratamiento del paciente psiquiátrico en hospitales generales.
También en los setenta se suprimen las escuelas especiales. Los alumnos, cualquiera sea su problema, hacen una escolarización incluidos en las escuelas comunes.
La ley no resuelve la problemática pero crea una cuestión de principios y marca un derecho del sujeto a la inclusión.
¿Porque crees que nuestro país sigue manteniendo el principio de aislamiento?
Creo que esta vinculado con los procesos políticos y sociales. En Europa se mantuvo el debate por la continuidad de los sistemas democráticos. Se pudieron discutir leyes en los parlamentos, es decir en ámbitos democráticos. La realidad latinoamericana durante la década del setenta y ochenta se vio coartada por los golpes de estado que cerraron y atrasaron toda posibilidad de debates de leyes en términos de derecho.
¿El problema de las políticas de derecho es solo un problema de discusión política o también deben discutirse recursos?
Lo mismo se decía en Italia ante de la aplicación de la ley de Salud Mental. Esto de cuanto cuesta toda la estructura comunitaria que se tuvo que montar cuando desaparecieron los manicomios. Si hoy haces un cálculo Per cápita, entre lo que costaba mantener esa estructura y lo que cuesta el seguimiento de esa misma persona en el sistema actual italiano, el costo es de la mitad. En la escuela, la relación de costo es la misma en cuanto a lo que cuesta mantener una escuela inclusiva con respecto a la escolaridad especial. Lo más importante es pensar cuanto se beneficia una sociedad cuando tiene políticas inclusivas y cuanto pierde cuando excluye.