Septiembre 2001 – CARINA GERLERO
CARINA GERLERO
Coordinadora del Centro de la Juventud – dependiente de la Secretaría de Promoción Social de la Municipalidad de Rosario-. “Participar y construir ciudadanía desde una perspectiva joven” |
El Centro de la Juventud de Rosario se crea como un espacio necesario en la ciudad para garantizar una mayor participación de los jóvenes y que, de esta manera, tengan un lugar importante dentro de todas las actividades del municipio. En un principio, hace 10 años –recuerda Carina Gerlero- empieza a funcionar más como departamento, después se instaura como Centro de la Juventud vía una ordenanza municipal, es decir que se crea no como un área que se pueda modificar, sino como un área ya instituida que le da continuidad en el tiempo.
La idea es tomar los distintos temas que se relacionen con los jóvenes, y lo más importante es todo lo que se refiera e implique participación y construcción de una ciudadanía desde una perspectiva joven, y siempre trabajando con el reconocimiento de los derechos, con la convicción de que más que proclamarlos se puedan practicar. De este modo, todas las actividades se trabajan sobre esta base: la participación, los derechos y la ciudadanía.
Las actividades que hacen son muy diversas. Carina especifica que trabajan con cuatro programas, uno está relacionado al Centro de información juvenil que tiene como fundamento la información como derecho, generando un espacio de información, bases de datos, servicios de orientación vocacional, consultoría para chicos que puedan tener problemas -donde pueden acercarse a tener una consulta con un psicólogo- biblioteca, hemeroteca e Internet. Otro programa es el de Empleabilidad juvenil, donde se hace hincapié en la capacitación para trabajar, para ello se dictan cursos de inglés, computación, emprendimientos y programas nacionales de empleos con becas de capacitación para chicos de bajos recursos. Por otra parte, funciona el programa de Trabajo y fortalecimiento de organizaciones y grupos juveniles donde se trabaja con una base de 80 organizaciones de la ciudad que realizan una labor comunitaria, más allá de las organizaciones tradicionales. Y el cuarto programa es el de Movilización y participación juvenil que es el trabajo concreto en talleres y la realización del encuentro de jóvenes. Cada año esta participación se incrementa a medida que se suman actividades e intereses. Y –aclara Gerlero- esto alienta a seguir con espacios donde se prioriza la convivencia, y esto forma parte de la propuesta, es decir no tener instancias de competencia sino de convivencia. El trabajo de uno suma al trabajo del otro.
Las actividades están enfocadas a distintas edades – se refiere a jóvenes desde los 14 hasta los 30 o 35 años-, sin embargo en los talleres participan más los adolescentes (entre 18 a 24 años); en cambio a los cursos de empleabilidad vienen chicos más grandes (de 25 años en adelante). A pesar de que cada actividad/proyecto tiene su segmento de edad, la idea es que sea abierto a todas las edades, no es que se limita desde el Centro sino que naturalmente los grupos se van formando de esta manera.
¿De qué manera se relacionan con las escuelas de Rosario?
Hay trabajos que son individuales, el programa de los talleres empieza en abril y termina en diciembre. Se hace una convocatoria abierta a todos -tanto por medios de comunicación como por reparto de volantes y afiches-, y ahí también reside la riqueza de estos talleres donde participan jóvenes de distintos lugares, edades, niveles socioeconómicos, escuelas de diversos barrios, se transforma en un espacio de encuentro y de conocimiento de otras realidades que se da a partir de este intercambio.
Por otro lado -continúa Carina- a las escuelas se las convoca para hacer talleres en la misma escuela donde ahí sí se trabaja con los chicos de esa institución. En realidad pueden elegir entre actividades en la escuela y en el Centro, eso se acuerda con cada una. Un hecho destacable es que el tema de trabajo más elegido son los Derechos Humanos, a raíz de esto, la idea es generar un compromiso con el docente para que la tarea tenga continuidad, y que no sólo quede en un trabajo de uno o dos encuentros, sino desde el Centro poder apoyar y brindar herramientas para la difusión del tema y que tenga una permanente continuidad en la escuela.
El año pasado –recuerda- hubo escuela donde se les ocurrió trabajar y hacer una campaña en la calle donde hicieron volantes que los repartieron en las plazas y afiches, con este ejemplo entendemos que esto trasciende lo que podemos hacer y, entonces volcarlo a la sociedad.
¿Cuáles son las características del 10º Encuentro de jóvenes?
Se realiza todos los años el último fin de semana de septiembre, el Encuentro tiene una riqueza importante, que es que los chicos que participan en forma permanente en el Centro, son los que hacen de anfitriones a los jóvenes del resto de la ciudad, son recibidos en otro espacio con estos jóvenes que le ofrecen propuestas participativas para que puedan ese día pasar un momento agradable, con amigos tomando mates y al sol.
También, constituyen un espacio de participación la carpa de la imagen y el bar literario. La idea es que se genere un ida y vuelta con los chicos que pasan y puedan sumarse a participar en la actividad que más les guste. Damos mucha importancia a los coordinadores porque participan desde abril en los talleres, o en organizaciones juveniles en sus barrios con un contacto muy fluido con el Centro y en el encuentro devuelven todo lo que recibieron. Esto tiene una relación muy directa con el trabajo del año, no es un evento aislado sino que tiene que ver con las actividades del resto del año, es una forma de trabajo y esto tiene sentido de esta manera y formando parte de un proceso.
Como actividades futuras, el Centro de la Juventud aspira a enfrentar nuevos desafíos teniendo en cuenta, principalmente, las necesidades existentes y aprender de lo ya hecho y de los chicos participantes; no partiendo de un joven como problema sino de un joven como solución, valorarlo y hacérselos valorar a los propios chicos. Carina Gerlero concluye en que, a veces se considera a los jóvenes con estereotipos, dicen que se drogan, fuman, toman alcohol, no van a la escuela, y no participan, y se dice como si esto fuera exclusivo de esa edad, cuando en realidad esos problemas existen en la sociedad integrada por todos y no distingue franjas de edad.
Y esto te da herramientas para encarar trabajos. Además, ya que el Centro de la Juventud está muy instalado en este lugar, poder dar un paso más y ofrecer actividades descentralizadas, es una realidad económica difícil y a muchos jóvenes se les dificulta llegar hasta ese lugar para participar, entonces es buscar una vuelta para acercarse a los barrios. Esta es una de las metas propuestas para el año que viene, que continuaría con el objetivo principal de formar ciudadanos participativos.
Silvana Caletti
Rosarioeduca